miércoles, 10 de noviembre de 2010

El Budismo



Sistema filosófico y religioso fundado por Buda (Siddhārtha Gautama) en el s. VI a C. Su núcleo doctrinal más primitivo está contenido en las cuatro nobles verdades predicadas por Buda en el sermón de Benarés: universalidad del sufrimiento; su causa, el deseo; la posibilidad de su supresión; el camino que lleva a su supresión u óctuple excelente camino, que es una vía media entre la mortificación y el placer, que debe llevar al nirvana o liberación del sufrimiento. En el Tíbet dio lugar al lamaísmo al fusionarse con la religión indígena y por influencia del tantrismo, que en la India había dado lugar a una tercera escuela budista, la Vajrayana, «vehículo de diamante».

Su objetivo principal es alcanzar el "Nirvana" (estado libre de placer y dolor). El hombre reencarna en seres superiores o inferiores, según sus actos, hasta lograr -por sus méritos- el Nirvana.

Su doctrina fue expuesta en el sermón de Benares y se basa, principalmente, en las siguientes verdades:

1.- Dukkha: el sufrimiento o insatisfacción.
2.- La causa del sufrimiento. Es básicamente el deseo neurótico, el deseo insaciable de los placeres de la vida.
3.- El cese del sufrimiento. Tradicionalmente es conocido como “iluminación”.
4. El noble camino que aparta del sufrimiento. Normalmente se expone como “El Noble Camino Octuple”. Este camino se describe en 8 etapas de la liberación:

a).- Primera Etapa: la visión perfecta. Esta primera etapa y primera parte del camino tiene que ver con intuición espiritual. Al referirnos a ella como visión estamos marcando que se trata de una experiencia y no de un mero acercamiento intelectual. Sin esta intuición inicial nada ocurriría y es en la medida que esta experiencia es mas o menos fuerte y penetrante que permea todo nuestro ser, transformando la emoción, el habla y cada una de las cosas que nos configuran como seres; hasta que finalmente emergemos renovados y con una conciencia luminosa, compasiva y libre. Entonces la visión de la existencia es perfecta, completa, sin tacha.

b).- Segunda Etapa: la emoción perfecta. Solo cuando lo que sabemos o lo que intuimos respecto a la verdad de las cosas, penetra en nuestro yo emocional podemos pensar en transformación. Para alguien cuya visión de la existencia se ha abierto totalmente (un Buda) la transformación también es perfecta, eliminando todo rastro de deseo neurótico, de odio y crueldad; mientras que por otro lado despliega amor, compasión, alegría por la felicidad ajena, profunda tranquilidad y generosidad sin límite.

c).- Tercera Etapa: el habla perfecta. En los textos budistas el habla perfecta se describe como un habla que es: verdadera, afectuosa, útil, que fomenta la concordia la armonía y la unión. Si trabajamos con nuestra habla o comunicación pronto nos daremos cuenta que nos lleva directamente a trabajar con: atención consciente y claridad mental; autoconocimiento, con proyecciones, con nuestros hábitos y hábitos sociales.

d).- Cuarta Etapa: la acción perfecta. Según la tradición budista lo que hace que una acción hecha a voluntad sea ética o no es el estado de mente con el que se realiza. Si nuestro estado de mente está basado en odio, avidez e ignorancia, nuestras acciones están basadas de algún modo en estos estados entonces son, tal y como dice el Dharma - torpes -.
Por el contrario si el estado de mente que sustenta nuestros actos están basados en: metta (creativos, amabales, bondadosos, y claros), generosidad y sabiduría entonces nuestros actos son habiles o creativos, o sabios.

e).- Quinta Etapa: subsistencia perfecta. Alguien que sigue un camino de desarrollo espiritual debería abstenerse de ganarse la vida de ciertas maneras:
· Traficando con personas o animales.
· La matanza y crianza de animales para el consumo.
· La venta o fabricación de armas.
· La venta o fabricación de drogas y venenos.
· La farándula.
· Ganarse la vida prediciendo el futuro

Otro aspecto igual de importante está relacionado con cual central, absorbente y estresante es nuestra dedicación a este asunto de ganarnos la vida. También aquí cabrían unas reflexiones o preguntas ¿Tu trabajo te desgasta tanto que ya no puedes hacer nada mas salvo ver televisión? ¿Tienes tiempo para la cultura? ¿Y el altruismo? ¿Dónde han quedado tus sueños de juventud?

f).- Sexta Etapa: el esfuerzo perfecto. El Budismo es un camino que requiere esfuerzo y vigor espiritual sea cual sea la edad que tengamos o el estado del cuerpo. Este esfuerzo al que estamos refiriéndonos tiene dos aspectos: uno general que tiene que ver con el esfuerzo que hemos de realizar en cada una de las etapas y otro especifico.

El esfuerzo perfecto especifico, es decir esta sexta etapa del camino consiste en una serie de cuatro ejercicios:
1º Prevenir el surgimiento de estados mentales torpes, está relacionado con un estado de mente en donde predomina el deseo egoísta, odios o enfados y la confusión el aturdimiento o la ignorancia.
2º Erradicar los estados mentales torpes que tenemos. Podríamos decir que cualquier cosa que nos impide tener una mente lúcida y serena la podríamos clasificar dentro de esta lista de 5 obstáculos: Deseo; Odio/rechazo; Ansiedad/Desasosiego; Pereza/Letargo; Duda/indecisión.
3º Desarrollar estados mentales hábiles no surgidos. Estos estados hábiles no son meros “buenos pensamientos” sino estados más refinados o superiores de conciencia a los que podemos tener acceso con la práctica de la meditación, situada esta en un contexto de práctica espiritual.
4º Mantener estados mentales hábiles ya surgidos. Si prevenimos o impedimos el surgimiento de estados torpes, si trabajamos con los estados torpes que ya tenemos en la mente y cultivamos estados mentales hábiles solo nos queda el mantener los pensamientos y estados mentales positivos que hemos desarrollado.

g).- Séptima Etapa: la atención perfecta. Podemos empezar diciendo que la no atención consciente es un estado de falta de memoria, de distracción, de pobre concentración, de falta de continuidad de propósito, de andar sin rumbo, de ausencia de verdadera individualidad. Atención consciente tiene las características opuestas: Nos damos cuenta de las cosas, recordamos en vez de olvidar, no hay tanta dispersión, la concentración es buena, hay continuidad, constancia, somos individuos que vemos por nosotros mismos, y perseguimos el desarrollo… Podemos examinar la atención consciente y sus niveles y aspectos más de cerca para mejor comprenderlo y poder practicarlo:
1 Atención consciente en las cosas.
2 Atención consciente en uno mismo
3 Atención consciente en los demás.
4 Atención consciente en la realidad.

h).- Octava Etapa: Samadi perfecto. La palabra Samadi significa “estado del ser firmemente establecido”. Puede entenderse de dos formas: La mente establecida en un solo objeto y esto tiene el sentido de concentración mental meditativa, y por otro lado, yendo mucho mas lejos, es el establecimiento del todo el ser en cierta disposición de consciencia, lo cual seria Samadi en el sentido de Iluminación. En este último sentido Samadi es la etapa del Noble Camino Octuple en la que se han transformado completa y perfectamente todos los niveles y aspectos del ser.

Derechos Humanos
El budismo se basa en el principio del valor y de la absoluta inviolabilidad que posee la vida. Desde la perspectiva del budismo, cada vida individual es una manifestación de la energía de la vida universal. Desde la perspectiva budista, dada la asombrosa cantidad de formas de vida que colman el universo, la condición humana es un privilegio único que involucra responsabilidades especiales. Lo que hace que nuestra condición humana sea única es nuestra potestad de elegir, la libertad que poseemos de optar por el bien o por el mal, de beneficiar o de perjudicar a otros.

Para el budismo, la dignidad humana implica la capacidad que cada persona posee de escoger el camino del perfeccionamiento personal. En otras palabras, podemos hacer de cada dificultad que surja a nuestro paso un medio para incentivar la creatividad, el crecimiento y el desarrollo. La budeidad, o iluminación, es una manera de describir ese estado de profunda elevación personal en que la sabiduría, el valor y la misericordia están plenamente desarrollados. Todas las personas –de hecho, toda forma de vida— poseen el mismo potencial, de acuerdo con el principio formulado por el budismo de que la totalidad de los seres vivientes poseen la naturaleza de buda. En términos de la vida cotidiana, cada persona tiene una misión, un papel único que nadie más puede desempeñar; una perspectiva única que ofrecer, una contribución única qué hacer.

Desde la perspectiva budista, siempre podemos escoger crear valor en las situaciones más difíciles. Gracias a cada decisión que tomamos en ese sentido, podemos cumplir con nuestro propósito y misión en la vida y, de tal modo, poner de manifiesto en toda su plenitud el tesoro inherente de nuestra dignidad humana. No existe una base más sólida para el establecimiento de los derechos humanos que una profunda toma de conciencia de la dignidad que reside en cada uno de nosotros.

Buda dejó algunas reglas buenas como:
 
  • combatir el odio con amor,
  • el mal con el bien,
  • codicia con generosidad,
  • la mentira con la verdad,
  • respetar lo de los demás como respetas lo tuyo.
  • no hay seres vivos privilegiados en el derecho a existir, todos merecen el mismo respeto.
  • evitar matar lo que esta vivo
  • tomar lo que no se posee, no robar
  • no mentir,
  • no matar animales o comerlos pues los seres queridos pueden reencarnar en animales.

Sin embargo, el budismo es considerada por muchos como una religión hacia adentro, egoísta, ya que interesa más el bienestar propio que el bien común.
 

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